LAS AUDIENCIAS

Gaby Almonte

LAS AUDIENCIAS




Ambigüedades y Relevancias







Como en casi todos los temas de Comunicación Social, la elaboración del concepto e interpretaciones de “audiencias” ha sido partida para las discusiones de carácter científico entre muchos estudiosos. Como era de esperarse, aun existen choques conceptuales, que de seguro seguirán siendo puntos de argumentos. Mas cierto aun es la increíble importancia de este ente social -audiencia- para el progreso de los medios de comunicación; es vital conocer cada una de las teorías existentes y argumentaciones sobre ésta para poder entonces empezar un estudio mas profundo y garantizar de ese modo un completo conocimiento del elemento clave para la supervivencia de lo que se conoce como el cuarto poder en el sistema mundo, la Mass Media.





La audiencia es el alma de los medios de comunicación, representa la moneda de cambio, el feedback a la acción de los medios. Para que un producto sea consumido con éxito se debe estudiar detenidamente la audiencia, más específico aún, el público meta, que también es conocido como consumidor de los medios. Esto es necesario para conseguir sostenibilidad en el tan basto mercado mediático, ya que, como antes ha sido mencionado por Martha Perlado Lamo De Espinosa, (en su libro “Planificación de Medios de Comunicación de Masas”) “NADA SOBREVIVE SIN AUDIENCIA”.





El conjunto de individuos que recibe un mensaje, ya sea de manera consciente o accidental, es otra de las definiciones de audiencia. Ésta es conocida bajo diferentes denominaciones y concepciones, basando dicha afirmación en el trabajo de estudiosos del tema en cuestión, siendo estos sociólogos, comunicólogos, entre otros. Se entiende que de acuerdo con el estudio de las audiencias se determinará con más precisión las características de un grupo determinado, categorizándolo así en un público específico, -en los que sus miembros conservan su identidad individual y son parte de la identidad de grupo y sus demás particularidades-, también pudiendo categorizarlo en una multitud, -en la que no existe un orden tal como el dado en la identificación de los públicos- y así sucesivamente, dicho de este modo por causa de la clara ambigüedad que existe en el tema, provocada por las múltiples aportaciones y aparentes discrepancias entre los teóricos de las áreas mas allegadas ésta, una de las ramas del conocimiento, y muy reciente ciencia “comunicación”.









La audiencia no es una mera receptora de mensajes como se consideraba años atrás, un conjunto de personas en las que se inyectaba información, sin resistencia alguna, con el fin de influenciarlas y conseguir de ellas respuestas casi automáticas a los estímulos de los medios para el beneficio de estos mismos monstruos mediáticos, sino que posee capacidad de análisis y elección ante un producto propuesto por la Mass Media. De acuerdo con esto, se ha descartado lo que hasta hace poco se mantenía vigente como un fuerte paradigma, la pasividad de la “masa”, por lo que han sido implementadas estrategias para la atracción de “receptores de mensajes”, como es el caso de la publicidad; en esta área se hace especial enfoque -cuidando lo que puede significar positivo y negativo en el aspecto tecnológico- para que se realice con efectividad la acción principal “comunicar” de manera que se logre influenciar, y visto a largo plazo cambiar el modo de pensar del público al que se persigue, sin olvidar el especial cuidado puesto en la identificación de las características que definen a cada público.





Es irrefutable la importancia que posee la audiencia en cualquier ámbito y/o contexto en el que se ubique. Aun con la información que hasta el momento se ha reunido con evidentes diferencias, de acuerdo a la fuente de la que se ha extraído, se pueden reconocer elementos de ella con impresionante valor para lo que se está trabajando, el buen funcionamiento del intercambio entre el consumidor y mercado mediático. Sin duda alguna -aunque todavía aparecen conservadores- se ha podido apreciar la evolución y matización en todo el ambiente del tópico central -la audiencia-, dejando entrar así un nuevo aire, que ayuda a la mejora del mundo mediático y su desarrollo. Una cosa es segura, el mundo es un lugar que acuna una extensa variedad de individuos y es propicio este paquete de conocimientos -sin omitir las demás ciencias como sociología y psicología- para hacer una clasificación y de ese modo crear el orden necesario en el escenario que nos interesa en esta ocasión, la Sociedad de la Información.